Éste es mi momento. Vamos, salgamos a la luz.

miércoles, 20 de julio de 2011

La mochila

Y la duda también.

A veces me pregunto por qué. No por qué sufro, ni por qué me dejaste, ni por qué me pasa esto. Sino por qué te conocí. Por qué te quiero desde el primer momento en que te vi, y no me di cuenta. ¿Por qué no me di cuenta? Por qué no puedo estar sin vos es otra cosa que me atormenta. ¿Por qué no puedo seguir mi vida con naturalidad? No me canso de repetirme: vamos, yo puedo, pensá en positivo, pensá en verde, el tiempo todo lo cura. ¡Pero no es cierto! Tanto tiempo ha pasado y sigo esperándote. Sigo espiando el portón de enfrente esperando verte. Sigo tratando de escalar esa montaña que me lleva al crecimiento, al aprendizaje, al olvido, pero tengo sobre la espalda una mochila enorme que lleva tu nombre y cada vez se hace más pesada. Cada vez me empuja más abajo. Y otra vez, siento la impotencia de no poder hacer nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario